Ir a una panadería y poder comprar un pan campesino o un simple pan francés se ha convertido en una odisea.
“¡Traiga su carta de residencia!” es lo que dicen descaradamente los despachadores en algunas panaderías y consejos comunales, en la ciudad de Caracas. La medida tildada de discriminatoria, presuntamente correspondería a controlar a los revendedores.
El tema de la carta de residencia puede ser especulación y se va a comenzar el círculo vicioso con el cobro por este trámite, que lo expiden los consejos comunales.
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